Arriba el telón. Peleles sanguinarios. Enfermos ávidos de sangre y de poder. Incomprensibles reveses, deslealtades, apoyos y fidelidades.
En principio, desavenencias entre hermanos. Un conflicto local.
En el fondo, el crisol de una nueva era. El destino de occidente, y de oriente, y de mucho más allá.
La caída del primer telón, preludio del segundo.
Victoria de la ilegalidad, de la no ética, de la inhumanidad y de las mentes enfermas.
Abajo el telón. Y entre bambalinas: la iglesia, siempre la iglesia.
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