No quería perdérmela y he dicho ¡venga, a la EXPO!
Y os cuento: es una excusa para recalificar terrenos y para engañar a más de 5 millones como yo (¡UY qué tonto!).
A saber: 35 € la entrada + 12 € el aparcamiento + la comida (si es basura 20/25 €, o sino unos 40/45 €) + 50 € de gasolina a 90 km/h que es como menos gasta. Y te metes 700 km entre pecho y espalda.
Luego hay que pagar para entrar en algunos pabellones, entre ellos el de España. Y hacer una cola de aproximadamente 2 horas y 1/2 ó 3. Las entradas a éstos son limitadas y si llegas tarde "te quedas sin". Cuando me venía me ha dicho uno de esos que lleva un collar colgado del cuello con una tarjeta que si me hubiera hecho pasar por alcalde de un pueblo (del que fuera) me hubiera hecho un hueco.
Los demás pabellones una "pasada": promoción turística pura y venta de baratijas.
No os imagináis lo que cunden las pantallas de plasma y las fotos ampliadas.
Pero en el fondo, lo que he dicho al principio, como la Ciudad de las Ciencias y las Artes y las Letras y todo eso... pura obra arquitectónica y recalificación de terrenos.
¿Cuánto falta para que los museos estén vacíos y nos muestren sólo el edificio?
¡Al tiempo!
Aunque, bien visto, podrían hacer lo mismo con ministerios y consellerías. Seguro que nos iría mejor.
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