miércoles, 3 de septiembre de 2008

Crisis

En los últimos meses, seguro que esa es la palabra más repetida en la prensa, la radio y la televisión, amén de ser la más articulada en la boca de todos los occidentales.
No se, pero no me hago a la idea, de que lo mismo ocurra en El Chad, Haiti o Tanzania, por poner tres ejemplos. Lo que demuestra a mi entender, la manipulación y/o la ignorancia de algunos profesionales de la comunicación, así como la vulnerabilidad de los receptores de sus mensajes.
Y es que aquí ya estamos todos anestesiados y nadie se cuestiona nada. Pensamos lo que nos dicen que tenemos que pensar y lo hacemos nuestro.
Porque… vamos a ver, ¿en qué razonamiento lógico cabe que en un mundo redondo (quiero decir limitado), podamos estar creciendo económicamente de forma infinita?
Otra cosa sería crecer en cultura, en conocimiento, en educación o en tecnología; pero casi nada de eso se mide, excepto que reporte beneficios. Y es que en casi todo lo mencionado llevamos un estancamiento de más de 20 siglos, pues nada hemos avanzado desde los antiguos griegos, incluso en algunas cosas el retroceso es evidente.
Hace algunos años le leí a un premio Nobel de economía un razonamiento en el que calificaba a la economía que se empecina en el crecimiento continuo, de economía (o mentalidad) del “cowboy”, haciendo referencia a aquellas personas que actúan todavía como si la tierra fuera plana e infinita, donde el único objetivo del ser humano es explotar o destruir (que es lo mismo) en su beneficio cuanto encuentra en su camino.
Así es que si nadie se atreve a decir bien claro y bien alto, que vivimos en un pequeño planeta que gira alrededor de una estrella, iremos de crisis en crisis, de fracaso en fracaso y de decepción en decepción, hacia nuestra propia destrucción.
Amén.

1 comentario:

A dijo...

El contenido de esta nota, fue enviado a modo de carta a un semanal y me han enviado una pluma... así es que la próxima la escribo con ella.