viernes, 18 de diciembre de 2009

La Manchuela

Me cuenta una amiga, que hace poco más de 20 años visitó por primera vez La Manchuela, invitada por quien después fue su marido durante unos años, para que conociera a su familia (a la de él, que ella a la suya ya la conocía, por lo menos de vista), y que en aquel fin de semana, vivió algunas sorpresas de las cuales selecciono dos.
1.- Le enseñaba su futura tía la casa y, al pasar por el cuarto de baño, una estancia enorme con todos los servicios: lavabo, water, bidé, bañera, en un estado de limpieza sin par, mi amiga no pudo evitar lanzar una exclamación de sorpresa.
A lo que la tía contestó: "y gracias a Dios aún no lo hemos tenido que utilizar". Lo que sorprendió en silencio a mi amiga.
Luego se enteró de que aún continuaban con el retrete tradicional y que para lavarse utilizaban zafas o jofainas, según para que. De modo que ducharse o bañarse sólo lo hacían cuando tenían que ir al médico.
2.- El sábado por la tarde, una de sus primas o cuñadas, eso no lo recuerdo ahora, recién llegada de trabajar en un almacén de fruta, le dijo a su madre: "voy a lavarme que quiero salir esta noche al baile". A lo que su madre le contestó alzando la voz: "siempre lavándote lavándote, que llegará un día que te lavarás hasta ESO".

Y fue entonces cuando entendí yo (es que soy muy cortito) el refrán ese que dice: "Desde que se inventó la máquina de cortar jamón y el bidé, ni el jamón sabe a jamón ... "

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