miércoles, 24 de diciembre de 2008

Poema del Renunciamiento

José Ángel Buesa nació en 1910 en Cruces (hoy Cienfuegos - Cuba) y falleció en 1982 en Santo Domingo - República Dominicana. Su sensibilidad nos sumerge en su poesía de un modo diferente a otros autores de su generacíon, anteriores o posteriores. Disfrutemos de ella, seguro que nos recuerda algo que algún día nos pasó.

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar,
soñaré con tus labios desesperadamente,
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
- el tormento infinito que te debo ocultar -,
te dirá sonriente: "No es nada... ha sido el viento".
Me enjugaré una lágrima... ¡y jamás lo sabrás!

La mejoría de la muerte (del sistema)

Conforme pasan los días, las semanas y los meses, me sorprendo más. Y no sólo por las medidas que toman los gobiernos, básicamente de aportar dinero al sistema, que también, sino porque los economistas y otros líderes de opinión (¿especialistas?) más o menos aficionados, se manifiestan en el sentido de que todo se está haciendo del modo adecuado.
Yo no lo veo así. A mi entender, el proceso nos avoca a una mejoría engañosa, para prolongar la agonía y precipitarse a la vuelta de "un tiempo" (entre 5 y 20 años, depende de lo que le den a la maquinita del dinero) a una situación sin retorno. Sin retorno salvo que se utilice el sentido común y se cambie el modelo.
1.- no se puede continuar con un modelo económico (y social, ¿o no?) basado en el consumo, con unos recursos limitados (en un planeta limitado).
2.- no podemos aplicar las plusvalías de la productividad a la competitividad y a los beneficios empresariales.
3.- no podemos seguir mirándonos el ombligo en una economía globalizada, aprovechando la tal globalización sólo para lo que nos conviene.
Las respuestas, cada uno que se las dé. Pero no hay muchas... hay que repartirse lo que hay, cada cual según sus capacidades y su esfuerzo, pero en suma: REPARTÍRSELO.
Que se puede vivir mucho mejor con mucho menos.
Y para finalizar una pregunta: ¿es lógico que media población trabaje 50 horas a la semana y la otra media cobre el paro?, con las consecuencias de tiempo libre, retorno de impuestos vías subsidios, etc. que todo ello supone para los diferentes actores. Pues con las soluciones que nos están dando vamos a eso.
¡ÁNDALE!

viernes, 19 de diciembre de 2008

Teorema de la teoría y la práctica

* Teoría significa saber por qué las cosas funcionan, aunque no funcionen.
* Práctica significa que las cosas funcionen, aunque nadie sepa por qué.
* Cuando Teoría y Práctica se unen, puede una cosa no funcionar sin que nadie sepa por qué.
[Aplicar, salvando las distancias de terminología, a la situación financiera y verán lo bien que duermen...]

CONSEJO A EMPRESAS EN 2009

Primer principio del marketing:
"No mejore la calidad de sus productos ni abarate los precios.
Segmente su clientela y busque los estúpidos"

NAVIDAD

Estas fechas, como otras muchas, pretenden obligarnos a conductas para las que no siempre estamos preparados, receptivos, son oportunas o, en definitiva, nos apetecen.
Pongo como ejemplo, algunas noches de las derivadas del título, en las que la obligación de divertirse agobia hasta el estrés. Hay otros casos en los que simplemente nos proponen permanecer junto a familiares o presuntos amigos (con los que son de verdad nos encontramos de forma frecuente y espontánea), tanto si disfrutamos de su compañía, como si la misma nos resulta de lo más embarazoso.
Y es que la sociedad, en todos sus niveles, acostumbra a obligarnos a mantener conductas, que en definitiva avocan en privarnos del más mínimo ejercicio de libertad, como condición para aceptarnos en su seno (si al menos fueran senos...)
Todo ello con mil excusas, pero fundamentalmente con la tradición, que más allá de su valor oculta la pretensión del inmovilismo, promovido por aquellos a los que no conviene que nada cambie. Además de la semivelada de la marginación social como contrapunto al orgullo de pertenencia.
Pero la cosa no acaba en la reunión y el divertimento como obligaciones, además se trata de comer, comer y comer. Probablemente como conducta compensatoria por aquellos semejantes que no pueden hacerlo suficientemente casi ningún día del año. ¿Quizá como una forma de amordazar nuestro Pepito Grillo?, no sé. Pero albergo una duda y una pregunta al respecto: la primera, que nadie con el estómago lleno a reventar y la mesa llena de viandas, pueda entender que alguien, próximo o lejano, pueda en ese momento estar muriendo de inanición; esa es mi duda. Y la pregunta es, que haya alguna filosofía, creencia, organización, secta o religión – humana, se entiende - que conocedora de la situación, tenga aún algún militante convencido participando del “bollo”. No digo directivos, porque estos probablemente tengan objetivos diferentes, de ahí su puesto.
Voy a cambiar de tercio, pues como decía el “tonto” del cuento: “... anda chica, sube en el burro que si tiene vergüenza bastante le has dicho”.
Me centraré ahora en el divertimento obligatorio. Ese que al margen de que tengas dolor de muelas, gripe o biorritmos negativos, te obliga protagonizar justo en ese momento y en ese lugar, unas veces como primer actor, otras como secundario, eso depende del nivel de alcohol en sangre y del de estupidez genética, que tanto monta, escenas grotescas y denigrantes.
Porque, ¿quién no ha visto uno de estos tipos parapetado tras un matasuegras, pitándole al oído, en la nariz o en el escote, a sus sufridos vecinos de silla?. Cuya pretensión no es otra que celebrar que están allí, infectados hasta la médula del virus de la estupidez; virus que por otra parte no tiene cura y del que se puede absorber todo el que se desee, pues es inagotable.
Lástima que algunos de estos actos, sean, desgraciadamente, observados y analizados desde un remoto rincón por quien por agravio social (o conyugal) y poder corporativo, arruinarán el futuro del protagonista borrándolo de la "lista" del próximo evento tradicional (que bien podría llamarse: tonta).
Salud y cordura en 2009.

[Todo el escrito está redactado en género masculino, por torpeza literaria, pero cabe adaptarlo mentalmente al que en cada caso corresponda]

martes, 2 de diciembre de 2008

Ir al cine

Recuerdo que hace años había un crítico de cine llamado Alfonso Sánchez, al que escuchaba con curiosidad en el único canal de televisión que sufríamos: "la televisión española". Aquel hombrecillo de voz gangosa nos orientaba sobre las películas en cartelera de forma entretenida y creo que también acertada.

Pues bien, recuerdo también que un día, como único comentario de una película nos obsequió con la descripción del peinado que, al parecer bastante voluminoso había lucido la señora de su butaca de delante; razón por la que, al ser el hombre bastante bajito, no había podido disfrutar de la película, ni tampoco darnos su opinión.

Y de él me acordaba yo días pasados; aunque a decir verdad me acuerdo casi todas las veces que voy al cine, pero no porque sea bajito, que lo soy, ni porque se me sienten delante señoras con peinados voluminosos. No. Simplemente porque cuando voy al cine quiero ver cine y escuchar cine y si fuera posible oler cine; aunque esto último todavía no entra en la oferta. Y a menudo, muy a menudo, me veo rodeado por personas que pasan una parte de la película comentándosela al vecino de butaca, cuando no haciendo comparaciones con otras del mismo actor o director.

Pienso que se trata de una costumbre adquirida en el sofá de casa, delante de la televisión, y que luego se ha trasladado al cine, para desgracia de éste último y por lo menos mía. Pero crearme que me resulta altamente desagradable, pues al final me condenarán a ver las películas en mi proyector de DVD, renunciando al encanto del cine en el cine.

Y que conste que no he dicho nada del olor a palomitas, del rodar de botes de refresco bajo los pies, ni de esa costumbre de levantarse y marcharse nada más comienzan los créditos.

Felíz película!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Qué mesias?

Tras la desbordada alegría que se vive en el mundo "progresista" (y sigo sin saber qué narices quiere decir esa palabra), por que ya ha llegado el "mesias" a salvarnos, y conociendo los antecedentes y la limitada capacidad de maniobra con que cuenta, hago la siguiente reflexión:
He visto en los últimos meses como por unanimidad se afanaban en poner parches en las ruedas (es un símil), hicharlas a cada rato y otras tantas marrullerías para que sigan "rulando". Y no se me ocurre nada más que lanzar un insulto que lo dejaré en ¡ignorantes!, aún a sabiendas de que del todo no lo son.
Y es que ya no vale jugar con el IPC, el PIB, el IPI, los tipos de interés, la bolsa, el precio del petróleo o el cambio de la moneda. NO.
El sistema está agotado porque, como dice el refrán "se coge antes a un embustero que a un cojo", y esto ha sido mentira, es mentira y será mentira (no entraré en detalles, ¿son acaso necesarios?).
Yo no tengo la receta, ni creo que se pueda resolver en un santiamén; pero cualquier mente normal puede intuir que el "nuevo sistema" ha de pasar por nacionalizar los recursos naturales, incluida el agua, con el fin de evitar guerras e injusticias, y luego tener que hacerlo por "huebos" (ojo que está con "b") como está pasando con la banca, y por estatalizar, quiero decir por situar bajo un control estricto del estado, los cuatro pilares en que se sustenta la actual sociedad: sanidad, enseñanza, seguridad y banca.
Cuidando de que las estructuras o controles que los soporten sean eficaces y eficientes, para que no se conviertan en enormes órganos burocráticos y/o de corrupción (curiosamente la primera nació para evitar la segunda). Y, a partir de ahi, caminar hacia un mundo de gobiernos cada vez más coordinados, tarea tan urgente como necesaria para lograr que haya vida después de la muerte.

miércoles, 29 de octubre de 2008

En los baños árabes

Mi cuerpo ya había soportado dos veces el paso por las diferentes piscinas. Del templado al frío y después al más frío aún, y luego de nuevo al muy caliente. Así es que me encontraba muy tonificado y lleno de vitalidad..
Reposaba ahora, quizás un poco ausente, con la espalda junto a la pared de la segunda piscina, observando el tiritar de unos y el alivio de otros, según su procedencia.
Así y todo, en mi subconsciente, había llamado la atención el paso de una mujer cuya mirada se había parado fugazmente donde me encontraba, con un gesto que intuía algún sentimiento. En el momento no supe qué me había querido comunicar, pero me inquietó.
Me estremecí suavemente, lo que me ayudó a salir del letargo y examinarla con un poco más de atención siguiéndola con la mirada, hasta que desapareció camino de otra poza.
Al poco volvió a pasar repitiendo el gesto de la vez anterior, y todo lo demás pasó a ser secundario, a no existir.
Nuestras miradas se encontraron y una sacudida eléctrica corrió a lo largo de mi columna vertebral. A pesar de la tenue luz de los candiles de aceite que colgaban de las paredes, descubrí el brillo de sus ojos moros y leí en ellos todo cuanto una mujer puede comunicar a un hombre aunque no conozca su lengua.
De repente dio media vuelta y entró en las duchas de hombres. Yo esperé algo más de un minuto, por ver si se trataba de un error. Transcurrido ese tiempo, puse fin a mi baño y, seguí sus pasos, al compás de los latidos de mi corazón que se aceleraba por momentos.
Al entrar pude percibir su cuerpo, insinuándose tras el cristal de la primera ducha y me apresuré a entrar en la contigua, separada por una fina lámina de vidrio traslúcido.
Durante la ducha en la que nos recreamos largamente, ella apoyó varias veces su cuerpo en la medianera. Yo cerré la boca para evitar que se me saliera el corazón.
Fuera, mientras nos vestíamos, abundamos en comentarios adolescentes que no reflejaban ni por asomo lo que ninguno de los dos sentía.
Un bañista que acababa de entrar se dirigió a ella para advertirle que estaba en el vestuario de hombres. Sonrió sin apenas inmutarse y dijo no haberse dado cuenta; a continuación, con una mirada cómplice, me espetó con voz más íntima: podría parecer que lo he hecho para ligar y nada más lejos, aunque ya que estoy aquí... lo que concluyó con una carcajada al unísono que rompió la poca tensión que quedaba en mi interior.
Tras un silencio estratégico obligado, fui yo quien, continuando con el juego anterior, inició el sempiterno y poco original interrogatorio (¿eres de aquí? ¿Conoces bien esto? ¿Dónde se puede cenar? Y no sé qué más.)
Ella se mantuvo elegante en las respuestas y ni fácil ni difícil en mis incursiones a su intimidad, haciendo gala de esa experiencia adulta que absorbe el interés. No había ninguna duda de que en aquel asunto yo, al menos por el momento, no había puesto nada de mi parte; y que estaba siendo dirigido desde cerca.
Algo más de una hora más tarde, tras un largo paseo, nos encontrábamos frente a frente en la terraza de un restaurante desde el que se podían contemplar dos ciudades; la real y la que guarda el Guadalquivir; invertida, imaginaria y caprichosa, prolongándose hasta casi debajo de nuestros pies.
La cena fue una exhibición de erotismo en todo. Gestos, miradas, risas, palabras y hasta el ruido de los cubiertos estaban impregnados de una música perfumada que anegaba la razón. Pero fue sobre todo en los silencios donde encontré los momentos más sublimes de placer.
La imaginé de infinitas maneras. Con el rostro cubierto teniendo solamente acceso a sus ojos, abiertos o cerrados, y yo descifrando el idioma embrujado que con ellos hablaba, o leyendo en las aletas de su nariz el ritmo de la respiración, o en los guiños de sus labios el sentido de sus mensajes.
Después, después, después. Sé que hubo un después. Siento que hubo un después, pero la cena me evaporó la razón y la memoria, y no fue el vino ni el Guadalquivir, no. Fueron sus ojos y sus manos, fueron sus miradas y sus caricias, sus susurros y sus besos, su cuerpo y quizá también el mío, del que ya nunca fui dueño.
Recuerdo vagamente risas y gemidos, palabras inconexas, su cuerpo contra el mío, sus pechos llenos y un momento eterno de placer.
El mundo, y nosotros dos solos en él.
Sentí frío y abrí los ojos, no sé cuanto tiempo pudo haber pasado. Estaba solo en la poza y con el agua helada.

;-)

miércoles, 22 de octubre de 2008

¡Compre productos españoles!

¿Alguien se acuerda del famoso eslógan?
Pues ahora, uno de los pocos políticos a los que les queda algo de contacto con la realidad, acaba de aconsejar (eso sí, con mucha prudencia) que las próximas fiestas compremos productos españoles.
Pero así y todo no creo que haga mucho efecto.
Sin embargo, si vas a Francia, los franceses van en coches Renault, Citroen o Peugeot (en general), y compran, incluso cuando están fuera de su tierra y pueden, en Decathlon, en Carrefour y en FNAC.
Los suecos van en Volvo y compran en IKEA, los italianos llevan Alfa Romeo, Fiat, etc. Los alemanes conducen sus Mercedes, Audi, W, etc. y compran Bosch y Siemens.
Y así en muchos casos, la mayoría de ellos imitables; entre otras cosas porque la mayoría de todos esos artilugios son casi iguales...
Pero nosotros somos mucho más chulos. Salgamos si no a la calle y veamos... o analicemos lo que hacemos cada uno de nosotros.
Y si alguna "comunidad, reino o país" de la nación española se comporta de modo parecido a esos que he enumerado, no dudamos en criticarla duramente.
Así es que, así nos va. Y nos irá.

El truco del sube y baja de la gasolina

Resulta que la curva del consumo de gasolina es inelástica (quiere decir que el incremento del precio apenas modifica la demanda), y además somos psicológicamente muy sensibles a las bajadas; me explico, cuando baja nos da euforia colectiva, cargamos a tope el depósito, aceleramos al límite y nos dan ganas de ir a todos sitios en coche (¿os acordáis de las colas cuando anunciaban que subía? y total ¿para qué?...).
Por todo lo cual, las continuas subidas y bajadas de la gasolina producen un incremento del consumo mayor al que le correspondería por el crecimiento vegetativo.
¡Qué fáciles somos de manipular!

domingo, 19 de octubre de 2008

No entiendo nada de nada...

Hoy he salido a comprar el períodico y, con más esfuerzo que habitualmente, he tenido que ir pendiente de las bicicletas, que ocupaban el lugar de los viandantes, ya suficientemente ocupado con otros "servicios" (la ONCE, los bares, las motos, los árboles, los semáforos, los perros cagando, algunos coches, las cabinas telefónicas, los contenedores y no se cuantas cosas más); eso sí, algunas bicis tocan el timbre para que te apartes, cosa que curiosamente no hacen cuando van por la calzada, será que allí quien en todo caso debiera de apartarse es más "poderoso" y por eso no le dan al jodido timbre. Lo que me lleva a pensar que ante deficiencias tan notables como una vía para las bicicletas, el más débil vuelve a ser quien soporta el problemas.
Bueno, a lo que voy, que ya me he enrollado demasiado. Pues bien, iba yo pensando que quizás esto será a causa de la crisis. Y como el consumo se ha contraído, y, éste (el consumo), es acosejado incluso por los profesionales (me refiero a los psicólogos, esos que en la mayoría de los casos eligen la carrera para resolver problemas propios), al no podernos desmadrar comprando, nos volvemos más agresivos, coloquialmente "espitosos", y que se joda el otro, ¡que cojones!, en lugar de ir contra la "mujer de rojo" o contra Frank Countries, que menuda pareja y menudo séquito, pues contra el más débil.
Luego leo en los diferentes periódicos (casi en todos se defiende el "pensamiento único") que los genios de la sociedad dicen que el problema no es sólo económico, que hay componentes sociales y otros factores más complejos (energéticos, de productos alimentarios, de hábitos isostenibles y, sobre todo, mucha estupidez). Y voy y me sobrecojo, porque resulta que almuerzo todos los viernes con un grupo de modestos currantes: uno de derecho, tres de económicas y un agrícola, y hace años (no meses, he dicho años), que venimos apostando sobre cuando pegará esto la "petardá", con argumentos que ahora utilizan los premios Nobel y ocupan las portadas de los diarios del mundo mundial. Y nosotros aquí currando y sin que nadie nos haga ni puto caso.
Y no es que seamos iluminados, es que NO TENEMOS MIEDO y NO NOS MENTIMOS.
Nada más...
Pero ahora seguimos sin mentirnos y apostamos sobre la fecha aproximada de cuándo reventará la burbuja definitiva, esa que ya no podrá parar nadie. Porque la mentira sigue, no han tenido "cojones" para dar el paso que hacía falta y acabar realmente con el problema.
1.- la bolsa es mentira.
2.- los mercados financieros son mentira.
3.- las titulaciones son humo.
4.- no hay recursos energéticos para que todos vivamos como se vive en occidente.
5.- no hay recursos materiales (¿se entiende, no?) para cambiar cada pocos años o meses de coche, de televisión, de móvil, etc. Ni reciclando ni pollas en vinagre.
6.- el crecimiento contínuo es la gilipollez más grande de la historia de la humanidad.
Y podría seguir más...
Así es que sólo nos queda el SEXO (con "x", que el otro está aún más deteriorado), si lo que sobra es población; por lo menos el 90%, para seguir con la marcha que llevamos entre 5 y 10 siglos más. Y vienen los meapilas y nos prohiben el condón. Pues joder, lo que quieren es que nos extingamos, quieren EL APOCALIPSIS.
Esto no va de broma.
Y, si no, al tiempo.
Bueno, una cosa más. Cuando dentro de "x" tiempo llegue a este planeta una civilización de verdad, cuando investiguen se preguntarán cómo fue posible que sus habitantes se autoextienguieran. Y nunca encontrarán la respuesta.
Así es que... ¡folleu, folleu, qu'el mon se acava!

miércoles, 15 de octubre de 2008

El Paisaje

Alguien dice en la tertulia que escribamos no se cuantas palabras sobre el paisaje.
Cuando viajo en tren me dan a leer una revista que tiene ese título, dentro hay publicidad.
Cuando voy en coche, a veces, si alguien me acompaña, habla del paisaje. Yo conduzco.
Si hago senderismo o alta montaña, según la dificultad, la mayoría del tiempo he de mirar al suelo.
Desde mi ventana se ve un solar y un ambulatorio de la seguridad social.
Salgo a la calle y tengo que mirar al suelo, por lo de las cagadas de perro, a los semáforos, para cruzar seguro, a los viandantes, a las bicicletas, a las sillas y los kioscos y las papeleras…
El resto del tiempo estoy dentro de casa o en el trabajo; en éste último no hay ventanas.
Le preguntaría a mi hijo, pero cuando no está estudiando mira la televisión. O a mi amigo Antonio, pero es invidente.
Mañana buscaré en el diccionario, quizá así, la próxima vez consiga escribir una bella prosa sobre el paisaje.

Moncloa (España), tenemos un problema

Un problema compuesto de varios problemas; o sea un gran problema de características complejas.
1º.- tenemos una tasa de paro superior a cualquier país de la UE y de la OCDE. Y lo que es aún peor, superior incluso a Marruecos, por poner un ejemplo próximo y considerado por nosotros de "segundo orden". Y nuestros parados son variopintos: desde universitarios sin experiencia hasta inmigrantes "braceros" que piensan que aquí se ganan todos los días cien mil euros jugando al fútbol, en los concursos de TV o en la lotería (es lo que ven en "su" país a través de "nuestra" televisión. Es la imagen que queremos dar y lo hacemos bien).
2º.- tenemos un fraude fiscal alto. Muy alto. Podemos realizar las mismas comparaciones que el punto anterior, con idénticos resultados. Eso produce inflacción y desajustes económicas de diferente calado.
3º.- nuestros recursos "naturales" son cuanto menos "discutibles". A saber: nuestra agricultura no es suficientemente competitiva, no tenemos recursos naturales, el agua está mal distribuida y mal administrada (o lo que es peor: politizada), el sector turístico (incluyo hostelería) está sobrexplotado y en parte destruido y nuestra tecnología es incipiente y no acaba de despegar. La industria es foránea y estará aquí mientras le convenga.
4º.- somos "ricos", todos ricos, o más bien "muy ricos". Queremos trabajos fáciles que paguen mucho o negocios del estilo "pelotazo". Nada de beneficios del 5% con esfuerzos del 100%. Eso es de tontos.
5º.- nuestros políticos se dedican a luchar por un populismo absurdo, que oculte sus incompetencias y su "otra agenda", esa que es inconfesable y que no están dispuestos a revelar si no es ante el juez y por escrito.
6º.- y ahora tenemos eso que llaman "crisis", que casi nadie sabe lo que quiere decir, pero que intuyen que será que "algunos" no pueden amasar fortunas e ir dejando migajas tras de sí para que los demás hichemos la barriga de cerveza y de triunfos deportivos.
Y el 7º descansó...

Así es que si no somos capaces de cambiar (y rápido), nos espera un país que puede en pocos años derivar en cualquier cosa menos en una sociedad solidaria y habitable.
Y nadie va a venir a rescatarnos. ¡los dioses nos libren de los líderes salvadores de la patria!
¡Salud!

martes, 14 de octubre de 2008

LA ETERNIDAD EN UN SEGUNDO (14/10/2009)

Estaba cansado e inquieto. Era el final de otro día plano, sin nada relevante que aportar a su vida.
Ya había dado varias vueltas en la cama sin conseguir dormirse, cuando al filo de la madrugada sintió dos pícaros ojos clavados en su espalda. Se dio la vuelta y una sonrisa de media luna, a modo de sugerente puerta de entrada a otra vida, lo iluminó.
Cuatro manos y dos cuerpos se enredaron, deteniéndose una y otra vez allá donde con más fuerza se estremecían. Unos pechos firmes y llenos, una boca fuente de deseos, un gesto desafiante y una pasión materializada en cada movimiento.
Bebió de aquel néctar hasta embriagarse, olvidó quién era y nunca supo cuánto duró el éxtasis. Nada de eso importaba, importa ni importará.
Quién sabe cuando, consciente de nuevo, se arrastró de la cama. La cocina olía a café como cada mañana. El tintineo de la cuchara en la taza le atronó en los oídos y lo condujo hasta la ducha.
La ducha de siempre, el café de siempre, la vida de siempre.
La eternidad se esfumó en un segundo, un segundo casi eterno en el recuerdo.
La vida de toda la vida... y los sueños, sueños son.

domingo, 5 de octubre de 2008

Valencia tiene "la fórmula"



... para duplicar las plazas de aparcamiento con inversión "0" (cero)


Y hasta pueden triplicarse en breve (ver furgoneta blanca sobre la acera)


Y todo esto en la "emblemática" Avenida de "les Corts Valencianes" diseñada hace nada...




No quiero pensar cuando los "hooligans" vayan a rendir pleitesía a los beneficiarios de las
ayudas al deporte valenciano de Frank Country

A la izquierda, otra muestra de civismo automovilistico y de soluciones municipales. Mientras, en un bar próximo, "alguien" que había bajado de un coche con la marca PLV, almorzaba y leía los diarios gratuítos. Y así todos los días, y las tardes.... junto a un ambulatorio de la SS.

De estas tengo "tropecientas", pero que nadie intente imitarme, pues al enfocar la cámara pisé dos mierdas de perro. Era sin duda mi día de suerte.

Lo de la "cultura canina" es otro tema "emplemático" que cualquier día resolverá Calatrava.

¡Anestesia general!

lunes, 29 de septiembre de 2008

Quo vadis UE?

Primero de todo prometo no escribir más sobre el presente tema (la economía o sus derivados). De ahora en adelante me voy a dedicar a.... ya sé, al sexo. A ver si así me lee alguien y me hace comentarios.Lo que hoy planteo es lo siguiente:1.- todos los países de la UE no tienen la misma fiscalidad, con lo que algunas empresas consiguen importantes beneficios si fabrican en un país en lugar de en otro.2.- los países con menor presión fiscal suelen ser los de más reciente entrada en la UE.3.- éstos mismos países, al tener menores coberturas sociales (básicamente salud y pensiones), repercuten estas cotizaciones sobre las empresas y particulares de forma más leve.4.- y los mismos, por encontrarse en situación más desfavorecida en cuanto al PIB por habitante y otras ratios, son beneficiarios de ayudas de los diferentes fondos de la UE (España lo ha sido durante muchos años, pero poco queda).5.- además, tienen margen de maniobra para facilitar el establecimiento de las empresas en su suelo, regalando terrenos (baratos) y construyendo infraestructuras (con los fondos antes mencionados), cosa que ya se hizo en España no hace muchos años. [Luego, cuando se van, los urbanizan y los venden a buen precio]6.- los sueldos son también en los países referidos, por el momento y durante algunos años, más bajos que en los que ya han sido equiparados, al menos parcialmente, con el grupo de la UE que llevan varias décadas caminando juntos.CONSECUENCIA:- las empresas emigran de un país a otro dentro de la UE para conseguir mejores costes finales (presión fiscal, etc.) y por tanto incrementar su beneficio.- las mismas están viéndose beneficiadas directa e indirectamente por las subvenciones de la UE, principalmente por las destinadas a mejorar las infraestructuras, así como por otras del propio país.- la UE apenas está contribuyendo a equilibrar de forma sólida y estable su infraestructura económica y, mucho menos, el nivel de protección de sus habitantes.Y después, cuando pase esta coyuntura, ¿qué?- pues ya relajará sus aranceles la OMC o cualquier otro invento con siglas (para lo que le convenga a quien le tiene que convenir) con el fin de que la sangría continúe fuera de las fronteras de la UE.¿Alguien se la leido la Constitución (o como quiera que se llame) de la UE?, esa que nadie quiere refrendar... pues léanla, que ni "eso" se cumple.Una vez más, urge una armonización fiscal en la UE y marcar unos mínimos de cobertura social y sanitaria para sus habitantes. De lo contrario, esto es una merienda de negros; y, si se expulsa a los inmigrantes, encima sin negros.
¡Salut i força al canut!

jueves, 18 de septiembre de 2008

Fiscalidad y fraude

Que el fraude fiscal es algo habitual allá donde existen regimenes fiscales, es algo que ni los enanitos de Blancanieves se atreven a poner en duda. Otra cosa es cual sea el nivel de fraude según donde.
A mi entender, el citado nivel está en función de los controles que “a priori” o “a posteriori” establecen los organismos reguladores, y de la eficacia de los mismos.
Por ejemplo, queda claro que el IRPF (impuesto de la renta de las personas físicas) tiene escaso margen para el fraude. Se efectúa retención en la fuente antes del devengo del salario, en función de una tarifa, y luego se realiza un recálculo anual en función de otras rentas o desgravaciones.
No así en otros impuestos como el IVA (impuesto sobre el valor añadido) o el IS (impuesto de sociedades), cuyo fraude resulta más difícil de detectar, sobre todo en pequeñas y medianas empresas, puesto que suele producirse en cascada y tiene además un componente de “valor añadido” cuyo control añade complejidad, más si quienes tienen que detectarlo no cuentan con los medios o la “motivación” suficientes.
Así pues sabemos por estimaciones de dentro y fuera de nuestro territorio (UE, OCDE) que el fraude fiscal es de media en nuestro país (o nación) casi el doble que en otros como Alemania o Francia, con los que nos gusta compararnos.
Eso quiere decir que “alguien” está pagando más de lo que le tocaría si el fraude no existiera o tuviera una dimensión más ajustada al nivel de desarrollo democrático de la sociedad en la que se desenvuelve.
Y es precisamente a ese “alguien” a quien la administración del estado (tercera forma de nombrarlo en pocas líneas) le pide que no defraude. Que no tema nadie: no puede. Bueno, sí; probablemente si en algún momento tiene la oportunidad de elegir entre que la factura del fontanero tenga o no tenga IVA, mirará a su alrededor para ver si hay alguien que le oiga, y dirá “bueno, pues sin IVA”.
Y también quiere decir que la administración (cuarto nombre para lo mismo), cuando paga las pensiones, no paga lo que dice que paga. Porque aplica el IRPF (antes denominado Impuesto de Rendimiento del Trabajo Personal), al que precisamente se le cambió el nombre para aplicarlo sin complejos a estas rentas. Que son los mismos del párrafo anterior.

¿Y QUÉ…?
Pues que ya va siendo hora de que los poderes públicos (y van cinco) asuman su responsabilidad y apliquen justicia al menos en lo relativo a la pela.
1.- una normativa más rigurosa para evitar el fraude de IVA e IS
2.- sanciones disuasorias para todo aquel que participe en el fraude (el ser humano, o tiene un alto nivel ético y de responsabilidad o poco conoce más allá de palo). Porque si el fraude es del 20% (o más), si no hubiera fraude se podría rebajar el impuesto para todos. Los ciudadanos tenemos derecho a exigir rigor y el gobierno (seis…) la obligación de poner los medios.
3.- eliminar el IRPF de las pensiones del estado, que sepa cada uno lo que realmente cobra.
4.- iniciar un proceso rápido de capitalización de las cotizaciones de la SS para futuras pensiones. No podemos estar siempre bajo la amenaza de escasez de fondos en horizontes próximos
5.- establecer un tipo “único” para los impuestos. No es lógico que el trabajo pague más que el capital o las sociedades.
6.- eliminar la llamada “progresividad” en el IRPF, que grava el trabajo. ¿Qué no es suficiente progresividad que el 20% de 100 sea el doble que el 20% de 200?

Y ya que estamos, ¿por qué el tabaco y el alcohol son mucho más baratos aquí que en el resto de Europa? ¿A quién estamos beneficiando?; y ¿por qué con los combustibles pasa otro tanto?... ¿que acaso somos nosotros productores de petróleo? Vayan pues entonces al Reino Unido o a Noruega, que si son productores, llenen el depósito y verán.

Ahora es un buen momento, ahora que los empresarios que creen en el mercado están pidiendo un paréntesis en sus creencias, para que venga papá estado a rescatarlos de la situación en la que se han puesto a causa de su desmedida avaricia.

¡INTERVENGA PUES EL ESTADO! Que ahora ya no es una conducta de izquierdas.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La Gorra

Mi abuelo llevaba gorra, pero de las otras, de esas que son casi como una boina con bisera.
Mi tío abuelo Antonio llevaba sombrero, un elegante sombrero; y mi padrino también.
Mi padre era de boina.
Pero vino el beibol, la NBA, Esteven Spielberg, Guillermo Puertas (traducido), el golf y muchas y muchos más, y nosotros, muy receptivos, importamos sus bonitas gorras junto con la hamburguesa, el fast food y las elecciones teledirigidas con ayuda del márketing y la publicidad. Ya somos "modelnos" y demócratas.
Y ahora ya no hay quien lo pare. Ni a lo demás ni a la gorra, que vamos de gorra ¿vale?
Se lleva conduciendo el Seat Ibiza, de día y de noche. Quien no haya conducido un seat ibiza no sabe el riesgo que tiene de insolación... ¡cómo en Ibiza, joder!
Se lleva andando por la calle, de día y de noche; y es que la rita ha puesto más luz que en un quirófano, y molesta.
Se lleva dentro de cualquier edificio.
Se lleva con corbata, en vaqueros, para fumar porros y hay quien asegura que con gorra se folla mejor (tendré que probarlo).
La llevan los gorrillas para evidenciar su titulación de expertos en aparcamientos. Graduados en la misma escuela que Woody Alen en aquella peli... ¿recordáis?
La llevan los polis, porque imprime carácter. ¿Quién va a obedecer a un poli sin gorra?, ya véis en lo que ha quedado la guardia civil desde que no lleva tricornio.
Sólo falta llevarla en el parlamento y poco más... Sebastián ¿a que no te atreves?
¡Ay que tiempos en los que la bisera estaba reservada a los que llevaban manguitos!
Eso sí, a juego.

Y no me negaréis que imprimen carácter. Me refiero a ambas, claro, a la de ahora y a las de antes, manguitos incluidos. Todo se andará. ¡Venga Camps, cobardica!, con lo bien que le iría para tapar la calva, él que aún siendo coqueto no tiene el arrojo del Bono.

Y un apunte más, ¿sabéis que a partir de 1939, en un país del SO de Europa se calificaban de "rojillos" a los que iban "desmoteraos" (vinene de montera, que también es gorra en las regiones del sur. Como la montera de los toreros ¡joder!, pues eso)?. Por eso llevaban gorra en mi familia.
Yo de vosotros me compraría una gorra, pero del St.Pauli de Hamburgo, que es más "Guay".
Amén.

Eficacia, eficiencia y productividad

(no recomendable en las horas de siesta)

Eficacia: se aplica a las cosas que producen el efecto o prestan el servicio a que están destinadas. [RAE] Capacidad de lograr el efecto que se desea o espera.
Eficiencia: se aplica normalmente a las personas que aplican cumplidamente la función a que están destinadas. [RAE] No figura. En los medios de comunicación se interpreta como la productividad de la eficacia, tanto para personas físicas como para estructuras organizativas.
Productividad: que produce cosas útiles. [RAE] Relación entre lo producido y los medios empleados.

Al margen de las matizaciones que se puedan añadir, pues lógicamente se trata simplemente de una simplificación para comenzar, voy a tomar estas definiciones como base para el desarrollo posterior.

Estoy hasta los pelos (quien me conozca lo entenderá mejor) de leer y oír artículos y declaraciones en los que los conceptos se encuentran muy alejados de las definiciones anteriores. Pero obviando éstos y centrándome en los que aún en el sentido correcto, demarran bastante en su desarrollo, voy a realizar una serie de matizaciones. [Y a ver si alguien ya de una “p” vez me hace algún comentario, que estáis todos anestesiados]

Hay “tantas cosas” que hacen que nuestra productividad sea baja, que nuestra eficacia sea a veces dudosa y que nuestra eficiencia no se corresponda con nuestra valía personal y profesional. ¡OJO! Hablo en general, que hay mucha gente y muchas organizaciones que sí, que son de PM.

1.- Organización del Estado.
a) funcionarios militares. [Ésta va de cal] Parece que se han puesto las pilas. Son poquitos y todos profesionales. Puede que queden cosas por resolver, pues algunos les tocan las tetas a las francesas mientras duermen, pero eso supongo que es la excepción (¿?). Yo veo a algunos corriendo por el río antes de las 8 (am) y ya no están “preñados”.
b) funcionarios civiles. Aquí hay un “guirigay” de tres pares de carayos. Entre duplicidades, triplicidades y cuadruplicidades (¿se escribirá así?) de organismos: ayuntamientos, diputaciones (¿qué pintarán estas cosas a día de hoy?, si quieren descentralizar que comarcalicen ¿no?), comunidades autónomas, gobierno central y UE, ¡vamos listos!
Así es que no les queda más remedio a muchos funcionarios que llegar tarde, tomarse “varios” cafés al día, fumarse varios cigarros, almorzar sosegadamente y tomarse algunos días, bien “moscosos” o “de tos”. ¡AH! Y gracias que ahora con esto de Internet llenan su tiempo. Y ¿a ver quién tiene cojones a meterle mano a la administración? No olvidéis que parte de la culpa (parte solo, que el de Cracovia puso el complemento ayudado por la "inteligence") del deterioro de la URSS fue el mal funcionamiento y la “corrupción” de sus estructuras internas. Y es que no hay nada peor que tener seguro el sueldo (mísero pero seguro) a final de mes y de por vida. Ni cátedras, ni jueces, ni curritos ni na de na. Eso es desmotivante.
c) Entramado político. Ni nuestra nación ni nuestro país se puede permitir el enorme despliegue político que soporta (lo que debería de ir a inversiones en infraestructuras o investigación, va a gastos corrientes. ¡TOMA!). Y no digamos si a eso añadimos los “asesores” DE "LIEBRE" designación. Lo que no se debe de interpretar en el sentido de que sea yo contrario a la descentralización del Estado. Nada más lejos. Más bien creo que hay dos males que nos afectan en ese sentido. Uno, nuestro propio, que no hayamos sido capaces de reconocer una realidad tan meridiana como que debemos de ir cuanto antes hacia un Estado Federal, y Dos, de la UE, que no hayan entendido que es imprescindible converger hacia una armonización fiscal, aún con alguna excepción que no dudo sea necesaria. Pero “excepción” no es “manga ancha”.

2.- Grandes empresas
a) ¿Ponen a disposición de sus integrantes la totalidad de los progresos que la técnica nos ofrece? NO x 10 (elevado a “n”) y “n” tiende a infinito.
He pertenecido a más de una de ellas y he vivido situaciones “relevantes” (¡qué prudente me he vuelto!). Desde ir a por dinero a otra oficina con el periódico como único protector ante un atraco, dejar de responsable en una oficina a un ETT recién llegado, trabajar con programas informáticos sin formación o con licencias de casi 10 años atrás, cuando el proveedor se manifestaba incapaz de dar mantenimiento. Por poner unos pocos ejemplos, que los hay a miles.
b) La formación es “mala”, cuando existe. Es normal que se aplique la regla del “management" cuya traducción real es “apañárselas”.
c) La organización del trabajo es “mala”, cuando existe. Mucho más normal es que cada uno se monte su propia “oficina” o Reino de Taifas. Así que es normal que una misma entidad sea “líder” en una ciudad y “el último de la fila” en otra, con idéntica competencia.
d) Estas dos deficiencias se cubren en general con una política de doble rasero: por una parte se “exige” (sin decir palabra, pero se “exige”) que el implicado y comprometido currito con corbata (futuro directivo) haga entre 18 y 20 “horas culo”; y por otra se “tolera” que se incumpla levemente la hora de entrada, se tomen algunos cafés y se fumen algunos cigarrillos en puertas y balcones, y otras “cosillas” que mejor no mentar. A los "jefecillos" les brillan los ojos de verte allí, aunque no hagas nada productivo, pero va en el currículum, igual que los infartos y las separaciones matrimoniales. Se ve que hay quien está mál visto en casa.
e) El horario “oficial” de toda la nación es totalmente inadecuado e hipócrita. Se vende una cosa y luego la realidad es otra.
Algunas empresas “venden” el horario de 8 a 15 h, con una interrupción para el llamado “almuerzo”. O sea, 7 horas con un café tomado en la ducha y un bocata de fritanga a media mañana, salteado de más cafés y algún tentempié. Lo que provoca numerosas visitas al “WC” y a las máquinas de cafés y tentenpiés. Y esto no hay tampoco quien le meta mano, aún siendo conscientes que los países más productivos de nuestro entorno, amén de otras cosas, tienen horarios que permiten a sus empleados ser personas y vivir como tales. [No digo nada de Internet porque no quiero ensañarme]
f) Todavía hay muchos “profesionales” cuyo único currículum es “doctor en trepa”. Los cuales ven bien a sus imitadores siempre que no les hagan sombra. Ellos, para suplir esto, se matriculan en primero de una carrera y entonces, ponen estudios de “tal”, para tranquilizar su conciencia. Esto tardará en cambiar.
g) El divorcio de la universidad y del resto de formaciones de menor nivel y la empresa es sangrante. Y ambos se miran el ombligo cada vez con más insistencia, pero de limpiárselo nada.
h) Amiguismo y rateo del sueldo son otros dos males propios de la ignorancia, de falta de autoestima y de ensañamiento con el débil que no comentaré. No quiero pasarme.

3) Pequeñas y medianas empresas
Aquí, todo lo expresado antes se ve algo modificado al ser el jefe el dueño del tinglado.
Modificado en el sentido de ampliado, además de que el aprovechamiento de todos los resquicios que dejan las leyes, básicamente laborales, es insultante para cualquier ciudadano que paga sus impuestos (porque se los descuentan de lo que cobra).
a) Las contabilidades A y B dejan paso a muchas más letras del abecedario.
b) Las subcontratas de las subcontratas de las subcontratas están a la orden del día (la última con ilegales que salen de la obra cuando alguien llega, como cuando le das un palo a un avispero).
c) Y las inspecciones de la administración se ve que están mal pagadas, porque a menudo avisan de que van a ir al día siguiente.

4) Autónomos
Tanto profesionales de bata blanca como de puños blancos y gemelos campan aquí por sus respetos.
Quién no se ha sentido mal cuando le preguntan ¿con IVA o sin IVA? O cuando le piden 200 € por matar un nervio… que diga algo o calle para siempre.
Y para los que apostamos con todas nuestras fuerzas por los tres pilares públicos: sanidad, enseñanza y justicia, les invito a que se vean en la siguiente situación. “Tiene Vd. un cáncer muy poco evolucionado, le ponemos en lista de espera y ya le llamaremos”; y como alternativa, si vas al mismo médico en su clínica privada, te opera en una semana y te cobra un puñado de miles de euros, que al ser sin IVA puedes hacer frente con ayuda de la familia, de un préstamo, o ¡qué cojones!, con los ahorros de tú vida producto de tú trabajo, una vez descontado el IRPF.

Y todo esto (que hay mucho más, pero ya basta ¡coño!) ¿Para qué?
Pues para deciros que si en el numerador y en el denominador de el algoritmo con que se calcula la “productividad” se pusieran las cifras reales de todas las transacciones económicas y las circunstancias valoradas (tecnologías ignoradas, horarios inadecuados y mangaporhombros de su aplicación) que han producido las “ineficiencias” enumeradas, estoy seguro que nuestra productividad mejoraría sensiblemente.

Porque… resulta que NO ES CONGRUENTE nuestro PIB con los gastos suntuarios de la población española (coches y edificios de lujo, comidas en restaurantes de lujo, yates de lujo, viajes de lujo, joyas, arte y más).
Porque resulta que la productividad se mide, entre otras cosas, por la recaudación de IVA, por la recaudación del IRPF, por la recaudación del IS, del IRC y de algunos datos más. Datos que todos sabemos que están gravemente adulterados.
La coartada es que trabajamos mucho, así es que… ¿cómo puede ser?
También podemos responder a la italiana: “piove, porco governo”

[Otro día reflexionaré, sobre las diferencias que hay entre las tarifas de los impuestos: IVA, IS, IRC e IRPF, éste último “progresivo” para animar a ser más productivos y a trabajar más; aunque se podría pedir que apliquen a todos la ley Beckam ¿no?]

martes, 9 de septiembre de 2008

EXPO-Zaragoza

No quería perdérmela y he dicho ¡venga, a la EXPO!
Y os cuento: es una excusa para recalificar terrenos y para engañar a más de 5 millones como yo (¡UY qué tonto!).
A saber: 35 € la entrada + 12 € el aparcamiento + la comida (si es basura 20/25 €, o sino unos 40/45 €) + 50 € de gasolina a 90 km/h que es como menos gasta. Y te metes 700 km entre pecho y espalda.
Luego hay que pagar para entrar en algunos pabellones, entre ellos el de España. Y hacer una cola de aproximadamente 2 horas y 1/2 ó 3. Las entradas a éstos son limitadas y si llegas tarde "te quedas sin". Cuando me venía me ha dicho uno de esos que lleva un collar colgado del cuello con una tarjeta que si me hubiera hecho pasar por alcalde de un pueblo (del que fuera) me hubiera hecho un hueco.
Los demás pabellones una "pasada": promoción turística pura y venta de baratijas.
No os imagináis lo que cunden las pantallas de plasma y las fotos ampliadas.
Pero en el fondo, lo que he dicho al principio, como la Ciudad de las Ciencias y las Artes y las Letras y todo eso... pura obra arquitectónica y recalificación de terrenos.
¿Cuánto falta para que los museos estén vacíos y nos muestren sólo el edificio?
¡Al tiempo!

Aunque, bien visto, podrían hacer lo mismo con ministerios y consellerías. Seguro que nos iría mejor.

Hospital de La Marina

El domingo iba por la carretera que une Ondara con Denia, y como quiera que hacía poco que "Canal Nuev" había estado dando la tabarra con el nuevo hospital, decidí desviarme para verlo des cerca.
Cual fue mi sorpresa al encontrarme con un deificio en obras. Sacos de cemento, grúas, casetas de obra, etc. Tan diferente a lo que me habían enseñado.
Pero esto no es malo, así se podrá inaugurar más veces. Que seguro que ya habrá quien piense que estoy criticando. Nada de eso, que lo que dice "Canal Nuev" es de verdad de la buena.
Y al salir de "la obra" (no confundir, por favor) reflexioné que quienes, desde puestos de responsabilidad pública, dicen que es más barata la gestión privada de la salidad que la pública (y eso que la privada incluye el beneficio empresarial), están llamándose incompetentes. ¡Qué tontería!, habrá sido sin darse cuenta.
No, si al final tendría razón mi primer jefe cuando, ante afirmaciones mías de esto o de lo otro, me decía: "Vd. lo que tiene que hacer es ver menos la tele y viajar más".
¡UYUYUY qué malo que era mi primer jefe!
¡Salud! que la vamos a necesitar.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Números redondos

Cuando hace años visité por primera vez el Reino Unido, me sorprendió ver como sus habitantes, cuando pagaban algo en efectivo, contaban minuciosamente los peniques, del mismo modo que al recoger las vueltas.
Aquí, ya por entonces, aún lejos del Euro, redondeábamos y despreciábamos los céntimos, y, poco después, las pesetas.
En poco tiempo, nuestra moneda pasó a ser “el duro”.
Años más tarde, pero no muchos, llegó el Euro “de metal” (craso error éste), lo que nos trasladó a un escenario de “otro duro”, pero ahora de más de 166 pesetas, sin que tuviéramos tiempo de asumir tan relevante cambio.
Pero es que, a menos de 10 años de la nueva moneda, cuando en el Reino Unido, por seguir con la misma referencia comparativa, se convive con precios de 3,28 £, 17,62 £ ó 122,45 £, aquí nos vamos directamente a 5 €, 25 € ó 150 € (terminación en 0 ó 5 y sin céntimos). ¡AH! Y si puede ser sin IVA, mejor.
Reflexionen los dioses del redondeo en éste país de ricos, en el que la moneda base es pura calderilla.

Nikolás y Karim, Karim y Nikolás

Nikolás y Karim son amigos. Amigos en todo el sentido de la palabra.
Karim vino hace 10 años en una patera, aún menor de edad. Por el camino las aguas se tragaron a su padre a un hermano. Ahora Karim tiene una empresa de pinturas en la que trabajan 6 personas; envía dinero a su madre y va a casarse pronto.
Nikolás es de aquí de siempre. Ha hecho un poco de todo y ahora repite primero de física en la universidad. Dice que quiere ser astronauta.
Nikolás le acaba de contar a Karim que ha tenido que pagar una multa por fumar “hachis” y Karim ríe sin control. En su tierra de allá no le creerían.
Nikolás pide un cubata y Karim un zumo de piña. Los dos ríen y hablan de chicas, de fútbol y a veces también de otras cosas; incluso de política, aunque en eso discrepen mucho.
Nikolás envidia en silencio a Karim, por su fuerza, por su constancia, por su alegría. Y Karim, también en silencio, envidia a Nikolás porque no ha tenido que perder a su padre y a su hermano para ingresar en el mundo de la corrupción, desde ese otro, el del fascismo.
Pero ellos nunca hablan de envidias, son amigos.

“K+k=2k”

Lenguaje sexista

Mery es modela. A veces, cuando estamos juntas, me cuenta cosas de su trabaja.
Otras soy yo quien le hace preguntas de esa munda tan particular de la que casi nada conocemos.
Ayer estaba yo muy curioso y ella muy habladora, así es que nos acostamos más allá de la media noche.
Me decía que, cuando desfilan, van tan serias para no distraer a la pública y que éstas se fijen en la vestuaria.
Que no llevan sujetadora para aportar naturalidad y que si las pezonas van de aquí para allá, sólo hace que mejorar la exhibiciona.
Le pregunté por qué cruzan las piás al andar y me contestó que es también para realzar la modela.
Lo de la desgadeza ya lo habíamos hablado antes y tiene que ver con la indefinición de la sexa de quien manipula esas exhibiciones, aunque yo creo que es para darle envidia a Cristina Almeida.
Lo pasamos muy bien porque ella también odia el lenguaje sexista (y todo lo demás).

Desfile de modelos

Él había pasado la siesta, larga siesta, durmiendo junto a la piscina.
Cuando ella le despertó para avisarle de que faltaba poco más de una hora para el desfile, aún sintió en su paladar el amargor del té de Ceilán con que había rematado la comida.
No tardó en estar listo. La tarde era calurosa pero ligera, así es que se vistió de su color favorito. El blanco. Incluso se permitió coger un sobrero al tono.
Ella lo hizo de negros trasparentes. Yin-yang, el equilibrio zen.
Durante el desfile, él dejó volar sus sentidos de aquí para allá. Como siempre. Unas veces se detenían en los apretados morros de las modelos. ¿Por qué estarán tan serias? Se preguntaba siempre; otras en el movimiento nervioso de sus pezones, libres bajo los exclusivos trapitos. ¿Por qué taconearán con tanta fuerza, cruzando los pasos? Otra pregunta repetida. Y, por instantes, gozaba tanto de fugaces penetraciones como de penetraciones lentas.
Mientras, ella dejaba vagar sus ojos y cambiaba de postura una y otra vez, pendiente del fotógrafo que había al otro lado de la pasarela. Se sintió húmeda y un escalofrío corrió por su espalda.
Nada diferente a cualquier otro desfile de modelos.

El burro del tío Patiño

Dice un refrán aragonés: “para las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo me las subo”.
Y es que, el burro, hasta que a mitad del siglo pasado se generalizó el uso del motor en el transporte, fue una ayuda imprescindible para el hombre, acarreando cargas y subiendo cuestas; aunque no siempre el pollino lo hiciera de buen grado, según parece.
Cuentan en mi pueblo que, al menos el del tío Patiño, se resistía a llevar la carga de un lado para otro, y mucho menos hacerlo a buen trote.
Y cuentan también que un buen día que el animal se resistía más de lo habitual, no se le ocurrió otra cosa al mentado tío Patiño que restregarle un pimiento picante por el culo. Lo que parece que dio el efecto deseado. Más incluso, puesto que el tío Patiño, aún apretando el paso no conseguía ir a su par; de modo que, antes que perder al burro de vista, optó por hacer lo propio consigo mismo.
De modo que, bajóse los pantalones y, culo en popa, puso manos a la obra. Pero se ve que lo hizo con tal fuerza que al poco, no sólo había alcanzado al animal sino que lo superaba largamente sin poder poner freno a la carrera. Por lo que hubo de gritarle con todas sus fuerzas: “En la cuadra te espero”.

17 de julio

Arriba el telón. Peleles sanguinarios. Enfermos ávidos de sangre y de poder. Incomprensibles reveses, deslealtades, apoyos y fidelidades.
En principio, desavenencias entre hermanos. Un conflicto local.
En el fondo, el crisol de una nueva era. El destino de occidente, y de oriente, y de mucho más allá.
La caída del primer telón, preludio del segundo.
Victoria de la ilegalidad, de la no ética, de la inhumanidad y de las mentes enfermas.
Abajo el telón. Y entre bambalinas: la iglesia, siempre la iglesia.

Crisis

En los últimos meses, seguro que esa es la palabra más repetida en la prensa, la radio y la televisión, amén de ser la más articulada en la boca de todos los occidentales.
No se, pero no me hago a la idea, de que lo mismo ocurra en El Chad, Haiti o Tanzania, por poner tres ejemplos. Lo que demuestra a mi entender, la manipulación y/o la ignorancia de algunos profesionales de la comunicación, así como la vulnerabilidad de los receptores de sus mensajes.
Y es que aquí ya estamos todos anestesiados y nadie se cuestiona nada. Pensamos lo que nos dicen que tenemos que pensar y lo hacemos nuestro.
Porque… vamos a ver, ¿en qué razonamiento lógico cabe que en un mundo redondo (quiero decir limitado), podamos estar creciendo económicamente de forma infinita?
Otra cosa sería crecer en cultura, en conocimiento, en educación o en tecnología; pero casi nada de eso se mide, excepto que reporte beneficios. Y es que en casi todo lo mencionado llevamos un estancamiento de más de 20 siglos, pues nada hemos avanzado desde los antiguos griegos, incluso en algunas cosas el retroceso es evidente.
Hace algunos años le leí a un premio Nobel de economía un razonamiento en el que calificaba a la economía que se empecina en el crecimiento continuo, de economía (o mentalidad) del “cowboy”, haciendo referencia a aquellas personas que actúan todavía como si la tierra fuera plana e infinita, donde el único objetivo del ser humano es explotar o destruir (que es lo mismo) en su beneficio cuanto encuentra en su camino.
Así es que si nadie se atreve a decir bien claro y bien alto, que vivimos en un pequeño planeta que gira alrededor de una estrella, iremos de crisis en crisis, de fracaso en fracaso y de decepción en decepción, hacia nuestra propia destrucción.
Amén.

Arbolear

Busco aquí y allá y nada…
El diccionario se olvida una vez más de las palabras que envuelven mi vida.
Esas con las que aprendí a hablar y todavía suenan en mis oídos.
Cuando estábamos en el campo y acabábamos de comernos unas naranjas o unos higos, las cáscaras o las pieles se arboleaban.
Cuando cogíamos algo del suelo con lo que podíamos hacernos daño o ensuciarnos, nos gritaban: ¡arbolea eso!
Cuando acabábamos de almorzar o merendar en el margen de un bancal, los restos de la comida, fueran los que fueran, se arboleaban.
Pero lamentablemente, la acción del verbo arbolear, 50 años después, no es una anécdota (un mal hábito) del pasado. Hoy mismo me he recorrido en bicicleta más de 40 km, y en las orillas de carreteras y caminos he podido ver grandes cantidades de botes de refresco, botellas, bolsas de plástico, paquetes de tabaco y un largo etcétera de objetos que, presumiblemente, han sido “arboleados”, aunque ya a penas queden árboles a los que arrojárselos.
Periódicamente he visto como los recogen en grandes bolsas amarillas, que quedan algunos días junto a las carreteras.
Así es que como arbolear es algo muy nuestro (aunque no exclusivo), reclamo el verbo para nuestro diccionario ¿o acaso alguien se avergüenza de una realidad tan palpable?
Hace pocas semanas, llegando a Burdeos, un camionero arboleó delante de mis narices una botella de agua vacía. Sorprendido, le pité, y él me devolvió el pitido como saludo de buen paisano. ¡Qué vergüenza!

Propuesta: [arbolear: vr. 1ª conjugación. Tirar algo lejos (a los árboles o si no hay, da igual). También se usa para tirar en la playa, en el mar, etc. Siempre lejos de uno, a ese lugar infinito que no es de nadie. Cuanto más arboleémos, más rápido ocurrirá todo y las agonías, cortas.]

Agosto, golf resort

Agosto nos llama todos los años a ponernos en caravana por el carril de la izquierda, haciendo luces al coche de delante, para llegar cuanto antes donde nunca pasa nada ¿o sí?
Sí, sí pasa. Pasa que hacemos cola en la pizzería, en los pollos asados, en la panadería, en las hamacas de la playa y, por la tarde, en los helados y el café, esto último a 2 Euros (que son nada más y nada menos que 333 pesetas).
Pues bien, éste año, harto de los vecinos de siempre, de las barbacoas de siempre, de los gritos de siempre y del perro del apartamento de arriba, he alquilado un unifamiliar junto a un centro de ocio [unifamiliar: casa de 120 m2 en tres plantas, de los que 60 m2 son de escaleras].
Hasta ahora pasaba el susodicho mes en un “golf resort con SPA”, pero como el lugar había sido durante años un vertedero de basuras, la hierba del “green” crecía muy bien, pero le iban a la par las moscas, mosquitos, avispas y otros dípteros, ortópteros e himenópteros; y es que, eso de estar en plena naturaleza todo el día espantando insectos, cansa un montón.
Así es que este año, en el centro de ocio, ha sido muy diferente. Nada de insectos. El tal centro es un enorme solar polvoriento en un cruce de carreteras muy transitadas por todo tipo de vehículos y a todas horas (especialmente motos de escape libre, coches con “bacalao” a 200 decibelios y camiones); y en él han ido asentándose correlativamente sin fallar ni un solo día: un circo ruso, esos coches americanos con ruedas de tractor, los quark voladores y algún otro espectáculo espectacular de no recuerdo qué parte del mundo (quizá chino, que hay muchos).
Todos muy amables, pues nos invitaron al estreno. Pero no hizo falta ir, pues desde la cocina, con todo cerrado a cal y canto, se “sentía” el espectáculo a flor de piel hasta bien entrada la madrugada; todo gracias a las nuevas normativas del ruido y a su estricta aplicación por las diferentes administraciones.
Un año más, vuelvo encantado al trabajo. Ni síndrome postvacacional ni nada de nada. ¡Pues no he echado de menos yo el estrés ni nada!
Pero para el año que viene me han aconsejado otro “resort” en una zona que hay muchos “golf resort”, y donde creo que los lagartos pasean con cantimplora. Pero los reptiles son muy muy silenciosos.
¡Viva agosto y la parálisis del país!

Velocidad máxima

Me refiero a esos carteles que hay en carreteras, autovías y autopistas, redondos, con el fondo blanco, un número negro en el centro y rodeados de una franja roja.
Esos carteles, según el código de la circulación, indican la velocidad máxima que en cada vía tienen que mantener los vehículos a motor.
Pero resulta que no es así. Aquí, en este país, es la cifra a partir de la cual hay que calcular, y añadir un tanto por ciento (normalmente el 20), para obtener la velocidad mínima a la que hay que circular. Excepto que nos avisen (venden unos aparatitos para eso) o sepamos que hay próximo un radar de control de velocidad.
A esto hay que añadir otras normas de uso habitual; por ejemplo, que en autovías y autopistas debemos de circular por la izquierda y hacer luces si alguien osa ponerse delante. Y, si lo hace con un vehículo de poca cilindrada, tocar el pito al mismo tiempo.
Por lo que propongo a la DGT, que cambie los literales del código, para que coincidan con la realidad.

El Euro. Acierto y errores.

Nadie hoy, ocho años después, pone en duda el acierto de la moneda única europea; pero de ninguna manera quiere eso decir, que el acierto de su creación e implantación, haya sido todo aciertos.
Hubo errores, y muchos, pero desde un punto de vista puramente técnico, globalmente para todos los países y desde mi punto de vista, voy a destacar dos.
Uno, que la moneda base, el Euro, se acuñara en moneda de metal y no en papel moneda.
Se hizo sin duda por razones de costes; pero aunque parezca que se trata de un matiz nimio, no es en absoluto así.
El valor del papel moneda, del billete (en EE.UU. llaman al dólar “el billete verde”) es superior al de la moneda, aunque ésta sea anterior en el tiempo y más valorada cuando se acuñaba en metales nobles (oro o plata).
No voy a recurrir a sofisticados razonamientos psicológicos. No es lo mismo dar unos billetes que dar unas monedas. Tener billetes que tener monedas; por poner dos ejemplos fácilmente entendibles.
No nos quepa ninguna duda de que esta decisión contribuyó de forma importante a una parte de la “inflación oculta” que se produjo en todos los países con la implantación de la moneda única.
Y dos, el billete de 500 € ¿para quién y para qué?... ¿Cómo se les ocurre semejante barbaridad en la era de las transacciones electrónicas?
¿Acaso el objetivo era sustituir al dólar en los “maletines” (droga, tráficos ilegales, etc.)? Pues en ese caso el objetivo se ha cumplido con creces. Y también han conseguido facilitar el fraude fiscal de forma relevante.
Y, no contentos con eso, el BCE y los bancos nacionales le dan a la máquina de los billetes de 500 € sin control. ¿Es posible explicarlo?
Y ya he dicho que me limitaría a los más relevantes desde el punto de vista general y técnico, sin entrar en armonización fiscal y otros temas que pueden poner a la larga en peligro alguna economía cuya estructura y peso en la Unión, no merezcan ser tenidas en cuenta a la hora de las grandes decisiones.
Y, si no, ¡al tiempo!

Mis diálogos con la siesta

Son poco más de las tres de la tarde de un tórrido día de agosto en el sur.
La comida ha sido familiar. Siciliana. Incluida la discusión sobre no importa que, que escenifica el enfrentamiento generacional, los primeros escarceos para disputar el liderazgo tribal; todo así hasta completar un menú de lo más mediterráneo.
Y ahora llega lo mejor: la siesta.
De lo más alto de las escaleras desciende una música de “rap” subida de tono, que hace desear que las cigarras se multipliquen y vengan a mi regazo. En la piscina, unos amigos recién llegados del extranjero relatan a gritos el paraíso recién abandonado. La cerveza es mucho mejor, puedes trabajar o no, según te venga en gana, y ganan mucho dinero. Los santos de lejos son milagrosos, y cuanto más lejanos más milagrosos, dice un viejo amigo mío. [Mi amigo lo recita en otra lengua del estado español]
Mientras esto ocurre, yo acabo con la última mosca, ayudado por las páginas salmón del periódico del domingo.
Sin apenas tiempo para recuperarme, suena insistentemente un móvil que se adivina en algún bolso colgado del perchero. Enseguida otro y, entre móvil y móvil, suben de tono las risas de la piscina, de los que sin duda acarician la idea de viajar cuanto antes a cualquier paraíso de esos lejanos.
Por fin, cuando parece que mi oído se ha acostumbrado a todo, se abre la puerta y aparece una visita inesperada. Quizás ellos también creen que aquí estarán mejor que en su casa.
Ya todo me es indiferente. Mi efímera fiesta huyó más allá de los sentidos.

Dorada a la sal

El verano se acaba, y el calor relajado va recuperando perezosamente el estrés de un nuevo ejercicio que ni eso tiene de nuevo.
Así es que, nos disponemos a comer unos pescados en un lugar que garantiza que hace pocas horas, todavía plateaban reflejando en sus lomos la luz del amanecer.
Yo pido dorada a la sal. Si el pescado es fresco, como ahora, me gusta entero y sin más condimentos que un poco de cocción. La sal y el calor del horno son excelentes para eso.
El placer de sus mollas blancas de suave sabor a mar es único y me transportan a mis primeros años de vida, cuando a la sombra de los tambalillos, rebozado de blanca arena y oliendo a la brea de los calafates, comíamos pescado porque no había dinero para otra cosa.
Y ese placer, para mí se hace supremo cuando toca paladear las vísceras, ahora sí, condimentadas con unas gotas de limón. Mi bocado favorito.
Pero algo me alerta hoy que no es como siempre. Un trozo de plástico verde está alojado en su buche. Tiro de él con el tenedor y veo que le llega hasta la boca. Es un trozo de bolsa de las que hay miles de toneladas flotando y en el fondo de los mares.
Todo eso gracias al ser humano, a nuestra envidiada civilización.
Siento una mezcla de angustia y rechazo difíciles de expresar.
Dejo los cubiertos, apuro un vaso de agua y tomo una patata frita del centro de la mesa.
Alguien dijo que la edad de piedra no se acabó porque se acabaran las piedras. Del mismo modo creo que el hombre sobre la tierra desaparecerá (desapareceremos) mucho antes de que se extinga la vida en éste planeta.
Por suerte… para el planeta.

jueves, 8 de mayo de 2008

Los 3 cerditos

Ole con ole, ole
son 3 son 3
como los 3 cerditos
como los hijos de la Amparito
que son 3 son 3

el mayor
que no le come nada
sale tol fin de semana
y llega temprano por la mañana
pasa de la ensalada, del cocido y de la empanada
pero que empanada, que empanada
que lleva toda la panda
venden para ponerse que es cara
pero va y le para la pasma
pillan al camello no al que manda
la mafia gana, la pasma gana
los sabuesos de los que mandan

ole y ahi va uno
ole con ole, son 3 son 3

el mediano se queja, protesta
ve como está el tema, como margina el sistema
no es justo, nada justo
y se rebela
pero la pasma llega a su casa
dejando a Amparito pasmada
lo registran todo y no encuentran nada
magia, magia
hacen magia y aparece una traca que no estaba
ley antiterrorista contra Eduardo García, injustamente aplicada

ole con ole y van 2
ole con ole, ole son 3 son 3

en los recreativos está el pequeño
que se conoce hasta al dueño
ay como gasta el consumo le atrapa
tiene de todo de donde lo saca
pues pilla un coche hace un puente y se larga
rápido, rápido por la ciudad anda
pero la pasma se encarga
de esos robos esta encargada

ole con ole, ole y van 3
ole con ole, son 3 son 3

y Amparito...ahora vive sola...por mala
y sus hijos en otra casa
con barrotes en las ventanas
y yo quiero ser el lobo
para tirarla
de un soplido, de una patada
vamos, vamos todos lobos a derrumbarla
muchos soplidos, muchos patadas
hasta que los muros caigan

viernes, 18 de abril de 2008

Bicicletas en Valencia ¡Sí!

Bicicletas en Valencia ¡Sí!

Hay que continuar presionando a la administración para que facilite los carriles y las conexiones necesarias para que se pueda utilizar la bici como medio de transporte en Valencia. Es una apuesta importante para la mejora de la salud, desde muchos puntos de vista (más ejercicio, menos contaminación, etc.). Se necesitan además lugares para dejarlas con cierta seguridad y, cuanto antes, un servicio de alquiler razonable.
Pero digo NO a que sea el peatón quien tenga que pagar ese precio. Bien (mal) por la pasividad de la administración, bien (mal) por que supongan (suponen ya) una invasión de los espacios reducidos que en muchas calles quedan para el peatón, que tiene que compartir la acera con el aparcamiento de motos (cuando no de coches), sillas y mesas de bares, mobiliario urbano, árboles, semáforos y cagadas de perros. Todo esto ante la pasividad total de la "presulta" autoridad local, que no va más allá (hay excepciones) de cubrir objetivos difíciles de entender.
Mientras entre todos presionamos, por favor, RESPETO AL PEATÓN.
¡A deu sigau!

viernes, 11 de abril de 2008

¿Por qué El Guerrero del Antifaz?

Sólo en una de las entregas, el "cruzado" desvela su nombre. Que es el mío.
Aquí colgaré todo aquello que considero de interés, con la consiguiente carga subjetiva. Porque soy un sujeto, no un objeto.
Y ahora a reflexionar...