viernes, 17 de agosto de 2012

17 de agosto, un día cualquiera


Bien es cierto que hoy, tras levantarme, hacer los ejercicios y desayunar, me hubiera sido difícil encontrar un instinto, deseo o necesidad que satisfacer. En todas las posiciones: tendido supino o su prono, con geotropismo positivo o negativo, destrógiro o levógiro...

Por lo demás, la mañana transcurría bien; aunque quizá estaba yo más alerta a lo que pasaba por alrededor. No sé. Lo cierto es que al poco he notado que una mujer me miraba con dulzura desde su coche con una disimulada sonrisa. Le he correspondido y no ha rehuido, al contrario se ha recreado aún más.

Podía haberme confundido con otro. Sí, podía ser eso. Pero ya era la tercera mujer que me obsequiaba con algo parecido en pocos minutos. No es normal, menos ahora que hace tiempo que soy “invisible”.

El ego no me ha impedido continuar buscando cual podía ser el motivo (una amiga me aconseja que cuando pasa eso mire a ver si llevo la bragueta abierta; no era ese el caso, al menos hoy); y al poco he caído en la cuenta. Hoy es mi cumpleaños. Sí, hoy cumplo 65 años. Parece que a partir de este momento paso a ser un espécimen raro y me ocurrirá a menudo.

Sea por lo que sea: ¡Gracias! A todas. Ha sido un maravilloso regalo, sobre todo para mi ego. Sabéis que ocupáis un lugar privilegiado en mi vida.

2 comentarios:

Michele dijo...

Feliz cumpleanos, Papi! Espero que sientes (?) muy especial y celebrado! Te mando in beso muy fuerte! :)

Anónimo dijo...

Desde la sede de la Internasional Federeison Muntain, te deseamos japibirdai tuyu.

Ah i molta salut.