viernes, 28 de enero de 2011

La novela, el novelista y yo

Leo y escucho a autores decir que han tardado varios meses, incluso años, en documentarse para escribir una novela. Cosa que comprendo cuando se trata de novela histórica, puesto que debe de acercarse en lo posible a lo que ocurrió, o mejor dicho, a lo que ha llegado a nosotros de lo que ocurrió. En esos casos, normalmente el autor busca situarla históricamente (una época, un lugar, unas costumbres, una sociedad, etc.), y no es por tanto toda ella un invento del autor, sino solamente la trama y todos o parte de los personajes. Así es que, recrean el entorno y se sumergen en un mundo que fue auténtico, que existió tal y como allí se muestra, para contarnos algo.
Yo, cada vez que leo una novela así, me siento un poco estafado, dicho con el mayor de los respetos, salvo que el método de expresión me haga olvidarme de todos los detalles mencionados.
Es para mi como si me estuvieran contando una historia que es verdad a medias. No sé lo que es histórico y lo que es fruto de la creación del autor.
Y dicho esto, a mi lo que realmente me gusta es que el autor haga alarde de invención de forma integral y me sumerja en un mundo diferente, que no tiene porqué ser ficción. No es necesario que los hombres tengan tres ojos y que se trasladen con el pensamiento en edificios sumergidos bajo la superficie. Aunque no hay que despreciar “a priori” nada de lo que luego nos podamos arrepentir. Ahí está vivito y coleando, sin ir más lejos, Batman y su Gotham City.
Puede tratarse simplemente de una ciudad sin nombre y de una época intemporal. Siento que en estos casos el autor es más autor. Que él mismo se ha trasladado también al interior de la novela y que son los protagonistas los que deciden hacia donde hacer caminar la historia en cada momento; quién sabe si sin pedirle permiso al mismo autor, al que “utilizan” para venir al mundo de los libros y hacerse eternos.
En estos casos acepto la invitación a entrar con ellos en su mundo, a compartir nuevas situaciones, que si aún no han sido reales, podrían serlo en poco tiempo.
Quizá sea porque no me gusta recrearme en el pasado, incluso a modo de aprendizaje de la vida, ya que ese momento no va a repetirse pues tenemos que vivir en el presente; es más, a veces un poco en el futuro.
La novela y el autor son de este modo para mi más novela y más autor.

Ene-2011.

No hay comentarios: