viernes, 28 de enero de 2011

Los niños



¡OH, OH! Voy a tener que aclarar cosas. Vamos por partes.
El título de "los niños" es porque no me he atrevido a completarlo, poniendo "Los niños no me gustan", porque nadie o casi nadie lo iba a entender. No es que los dos que aparecen en la foto sean "niños", aunque a decir verdad, un poco sí.
Y aclarado esto, voy al tema.
No sé por qué pero creo que nunca me han gustado. Gustado en el sentido de que siento una gran responsabilidad cuando estoy con un niño, y las responsabilidades me pesan mucho a mi, porque me las tomo en serio y hasta el final.
Pero con el de la foto es diferente. El de la foto tiene detrás el pasado de casi toda su familia. Fotos que su bisabuela tiene en ese mueble que se ve, de padres, tíos, nietos y sobrinos (quien lo desee puede también ponerlo en femenino. Es por no hacerlo largo). Tiene sus piés sobre el presente, y también a su lado tiene el presente: su abuelo. Y es éste quien le está señalando lo que será presente en breve. De hecho ya lo es.
Su abuelo, al que no le seduce mucho (más bien nada) mirar al pasado, pues cree que la única manera de afrontar el presente es haciendo las cosas de otra forma, puesto que si hacemos lo que siempre hemos hecho no iremos más allá de donde ya hemos llegado (o sea, al carajo), y no desde el punto de vista económico, ¡NO!. Hablo desde ese punto de vista que se abandonó en la época griega y todavía no se ha retomado.¡Ala! a pensar.
Sigo: su abuelo le está indicando el futuro, y él se ve interesado en ello.Buen augurio. Es una de esas instantáneas que no se entienden sin explicación.
Porque en otra que su abuelo tiene en blanco y negro, en una cartulina cuarteada y amarillenta con los bordes alabeados, está él en los brazos de su padre (bisabuelo del niño, que por cierto no llegó a conocerlo) que le señala con el dedo al "retratista" mientras que, ante el enojo del niño (ahora el de la gorra), le dice "dile cochino al retratista".
El de la gorra soy yo. Quizá por eso el niño este es para mi diferente y por eso no siento miedo ante la posible responsabilidad de "estar" con él. Es una sensación que sólo es eso: "sensación"; sin posibilidad de traducirla en palabras a ningún idioma.

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