jueves, 26 de septiembre de 2013

¿ESTUPIDEZ O IGNORANCIA?

Ayer, por enésima vez, una persona afectada por el síndrome de la sociedad actual (¿quién no lo está?), que se soporta en los tres pilares: miedo, pereza y mentira, a mitad de una conversación, aprovechó una coyuntura para decirme: “claro, como tú recibes cada mes tu paguita segura”. Tuve que responderle con contundencia, lo contrario hubiera sido injusto. Le dije: “si después de cincuenta años y siete meses cotizando, los últimos veinte años por tres veces más de lo que me pagan, pretendes que me sienta culpable, creo que debes de revisar tu moral, tus principios éticos y alguna cosa más que no quiero mentar.
Sí, esa es la realidad a la que nos enfrentamos en la sociedad actual. Los medios de comunicación que dirigen el modo de pensar y la formación de criterio de la población (en general estúpida, pero no quiero ofender), están amparando los comportamientos corruptos de los gobiernos, mercenarios del salvaje poder económico e inducen a la población a que cualquier derecho adquirido parezca que es un privilegio.
Yo, como muchas personas, y así se lo dije, si dejáramos de percibir lo que nos corresponde, cantidades a las que tienen la desfachatez de encima descontar una parte importante como IRPF (porque les da vergüenza llamarlo “Impuesto del trabajo personal”), continuaríamos viviendo igual de bien, porque además de trabajar durante cincuenta años también hemos establecido nuestro “cortafuegos” personal. Incluso algunos, entre ellos yo, estaríamos dispuestos a continuar trabajando, porque creemos que tenemos mucho que aportar a la sociedad. Pero quizá no seríamos un buen ejemplo, mejor dejarnos en manos de la S.S. (quiero decir seguridad social, no la guardia pretoriana del nazismo, aunque a veces no haya mucha diferencia en los resultados finales).
Así es que vayamos reflexionando y preparándonos a afrontar la posición que de forma demasiado generalizada tiene de nosotros la opinión pública, porque quizá haya que ir pensando tomar las armas.

Hay quien además de ser incapaz de detectar al enemigo, también ignora de qué parte tiene que ponerse para defenderse a si mismo.

No hay comentarios: